¿Quiénes son los Niños Girasol?
“Al observar el primer septenio de la vida de un niño, nos preguntamos: ¿Cómo es que aprende un niño? ¿Cuál es el origen de su aprendizaje? El niño pequeño está despierto, sobre todo en su voluntad (sus extremidades); y es a través de este despertar de la voluntad que el niño posee un sentido innato de hacer e imitar el mundo que lo rodea. ¿Cómo y cuándo se beneficiará el niño de esto? La respuesta está en “El Niño Girasol”.
Los “Niños Girasol” son aquellos niños que se preparan durante su quinto y sexto año de vida para el aprendizaje formal que les espera próximamente en la primaria. Se caracterizan por mostrar curiosidad por el mundo del aprendizaje, haber desarrollado la voluntad y, las principales facultades de la niñez: andar, hablar y pensar. Los anteriores, siendo evidencia de un desarrollo y madurez integral, de que el niño está listo para continuar a la primaria.
Se diferencian de un infante, con un cuerpo más esbelto y proporcionado. Sus habilidades motrices les permiten una buena coordinación y ejecución de sus extremidades a nivel grueso, y, son capaces de realizar tareas de motricidad fina de mayor complejidad.
El juego de esta etapa evolutiva aún es de gran importancia y consta de roles y reglas, y es regida por una fantasía creadora bien establecida.
Entre las habilidades motrices finas se encuentran los tejidos de dedos, la costura y el bordado, y, el telar, que trabajan la coordinación óculo-manual, la secuencia, y, la pinza. En el dibujo, la madurez gráfica muestra conceptos espaciales, figuras humanas, paisajes y casas con propósito. Debido a que el interés por el trabajo es primordial, el niño posee la voluntad de realizar este tipo de actividades mientras sus compañeros menores juegan, por ejemplo.
Físicamente, son capaces de realizar movimientos de coordinación de extremidades como el salto sobre un solo pie, salto de cuerda, el uso de los zancos, el “skipping” y, el zigzag, a través de movimientos firmes y controlados. Asimismo, son capaces de utilizar barras, columpios y pasamanos con independencia. Una gran mayoría comienza la segunda dentición, evidencia física de la transición celular que se ha llevado a cabo durante el primer septenio del niño.
A nivel cognitivo, poseen la facultad de seguir instrucciones de más de 3 pasos, seguir e identificar patrones, inferir y elaborar conclusiones propias, cuestionar conceptos elevados, relatar historias y seguir el hilo de las mismas. Esto se refleja en su comportamiento integral, y también, en su juego.
En el lenguaje, se ponen en evidencia la pronunciación y articulación correcta; la expresión verbal con sentido, el relato de historias y recuerdos completos; y el interés por ampliar su vocabulario y aprendizaje intelectual.